La primera villa de estilo modernista del arquitecto Héctor Guimard, la Hublotière presenta fachadas totalmente originales con curvas finas y espigadas típicas del estilo de Guimard.
Construida en el otoño de 1896, en el presente sigue siendo un lugar imprescindible en la ciudad de Le Vésinet por su arquitectura sorprendente y la simetría casi perfecta de su fachada principal que da a la calle.
A partir de la década de 1870, los artistas prestaban cada vez más atención a la luz. Los impresionistas salían a pintar fuera en busca de una luz que iluminase e hiciese vibrar el espacio del lienzo, tal como puede verse en el «Baile en el Moulin de la Galette», de Renoir (1876). A finales del siglo XIX, encontramos en la arquitectura esta consideración por la luz. Las realizaciones de los arquitectos que exploraron el estilo modernista pretendían que los volúmenes entrasen en diálogo con la luz.
Guimard también dibujó todo el diseño interior de la villa, creando espacios funcionales y estéticos.
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