Camille Corot, fue uno de los primeros en descubrir el pueblo de Port-Marly. Le sedujo el curso de agua que bordeaba la ciudad, que se extendía lentamente, como una invitación al paseo.
Así, en agosto de 1872, Corot pintó Le tournant de la Seine à Port-Marly, durante una estancia de unos diez días en el Château des Lions. En este cuadro, representa a un pescador en el Sena rodeado de un paisaje idílico. Pasear y pescar no son los únicos placeres que se pueden disfrutar en este río.
De hecho, en la época de los impresionistas, el piragüismo también era una actividad popular en el Sena. Hoy en día, la navegación continúa en diversas formas, como el remo, la pala, la barca.
El Rowing-Club du Port-Marly, por ejemplo, es una de las muchas actividades de ocio de Port-Marly. Cada año organiza un evento abierto a todos (con licencia), la Régate des Impressionnistes. También puede disfrutar de los cruceros organizados por la Oficina de Turismo. Salen de Croissy-sur-Seine, Chatou, Carrières-sur-Seine y Le Pecq.
El Sena está salpicado de numerosas islitas que invitan al descanso. La isla de la Loge, en Port-Marly, es una de ellas, con zonas de juego para niños, prados de flores y paseos sombreados.