En el siglo XII todavía era una cantera de piedras, especialmente de piedra caliza, la misma piedra que permitió construir la suntuosa basílica de San Denis.
Más tarde, los fungicultores se apresuraron a venir a este excepcional lugar y transformaron la ciudad de Carrière en una auténtica capital europea del champiñón de París.
En la actualidad, esta cantera se ha rehabilitado y nombrado zona de patrimonio arquitectónico. Además, ha pasado a llamarse Espace Carrara/Carrara City y se ha convertido en un lugar de referencia para las artes: escultura, cine, danza, fotografía y pintura. Sus decoraciones naturales subterráneas hacen de él un lugar propicio para expresar toda creatividad.