

El Parque de Marly, una joya escondida en Yvelines, es el vestigio de una finca real donde a Luis XIV le gustaba retirarse lejos de la ostentación y el glamour de Versalles. Concebido como un refugio íntimo, este lugar está lleno de encanto e invita a viajar en el tiempo. Aunque el castillo de Marly ha desaparecido, sus jardines, estanques y perspectivas siguen siendo testigos del arte del paisajismo francés. El famoso «Abreuvoir», con sus majestuosas esculturas de caballos de Marly, es una visita obligada durante su estancia. Descubrirá un panorama único, perfecto para una foto o un momento de contemplación.
Una inmersión en la naturaleza
Pero el Parque de Marly no es sólo un lugar histórico, también es un destino ideal para una escapada verde. Con sus extensas praderas, sus bosques umbríos y sus senderos bordeados de árboles centenarios, es un lugar para relajarse y respirar. A los amantes del senderismo les encantarán los caminos que serpentean por el parque, mientras que las familias pueden disfrutar de un picnic en un entorno idílico. En primavera, los árboles en ciernes transforman el parque en un cuadro impresionista, mientras que en otoño, las hojas doradas crean una atmósfera cálida y romántica. Cada estación tiene su propia magia.