
Observar la belleza de las plantas
La primera maravilla de su paseo comienza con la observación. Los jardines naturales de Chatou y Le Vésinet son una auténtica paleta de colores y formas, donde cada planta silvestre parece contar una historia. Las hojas, con sus contornos dentados o redondeados, son de una riqueza increíble. Algunas, como la ortiga o la consuelda, son ásperas al tacto, mientras que otras, como los brotes jóvenes de diente de león, son inesperadamente suaves. Las flores, en una explosión de matices, puntúan el paisaje: desde las manchas amarillas brillantes de la mostaza silvestre hasta las delicadas inflorescencias del trébol, cada mancha de verdor es una invitación a observar la naturaleza en todo su esplendor.