Dos personas de excursión en el bosque de Saint-GermainDos personas de excursión en el bosque de Saint-Germain
©Dos personas de excursión en el bosque de Saint-Germain

Demos un paseo por el bosque El Sentier du Val en el Forêt de Saint-Germain-en-Laye

El Sentier du Val (Sendero del Valle) es un circuito de 2,8 km situado en el majestuoso bosque de Saint-Germain-en-Laye, a pocos kilómetros de París. Accesible para todos, este sendero es ideal para disfrutar de la naturaleza en familia o pasear con el perro, ya que es totalmente apto para ellos.

Curado por la Office National des Forêts (ONF), este divertido sendero cuenta con 10 estaciones didácticas que le sumergirán en el mundo de los bosques de propiedad estatal: especies animales y vegetales, vestigios del pasado, gestión forestal… Siga el símbolo de la salamandra, su guía a lo largo del camino, para aprender más mientras se maravilla.

El punto de partida es la Maison du Val...

Comience su paseo en el corazón del bosque de Saint-Germain, cerca de la Maison du Val, un elegante hotel de 4 estrellas cargado de historia. Este edificio de estilo clásico, construido en el siglo XII para Enrique IV como pabellón de caza real, evoca el encanto del famoso Pavillon de la Muette. Hoy, la Maison du Val, miembro del grupo Les Maisons de Campagne, ofrece un marco único para un fin de semana de relax en plena naturaleza, a pocos kilómetros de París.

El bosque de Saint-Germain

Antes de aventurarnos tras los pasos de la salamandra, dediquemos un momento a recordar la excepcional historia de este bosque real. Antiguamente conocido como bosque de Laye, pasó a formar parte del dominio real muy pronto. Fue Francisco I quien inició el trazado de los caminos y cruces en forma de estrella, facilitando la caza con perros de caza.

Más tarde, Luis XIV hizo plantar 5 millones de árboles y construyó una muralla de 34 km alrededor del macizo. En el siglo XIX, Napoleón I amplió aún más el bosque con la llanura de la Jonction, creando un enlace entre Saint-Germain y el bosque de Marly-le-Roi. También instaló aquí un campamento militar y construyó el centro educativo de la Legión de Honor. Un bosque cargado de más de 500 años de historia, que hoy acoge a más de 3 millones de visitantes al año.

Preservar la biodiversidad

Siguiendo el Sentier du Val, atravesará espacios naturales protegidos clasificados como ZNIEFF (Zone Naturelle d’Intérêt Écologique, Faunistique, Floristique et Paysager). Aquí la flora y la fauna son de una riqueza poco común, y algunos lugares, como la mare aux Canes o el étang du Corra, desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de esta biodiversidad.

Estos apacibles abrevaderos son perfectos para una pausa contemplativa o un momento de observación de las especies locales. Con un poco de suerte, podrá avistar ranas, lagartos u otros discretos habitantes del bosque. Y si oye sonidos festivos a lo lejos, ¡probablemente sea la Fête des Loges! Todos los veranos, este emblemático parque de atracciones se instala cerca del sendero, añadiendo un toque de alegría a su inmersión en la naturaleza.

Oratorios, cruces e impresionantes vistas sobre el valle

Mire hacia arriba a lo largo del camino: es posible que vea uno de los 7 oratorios o 4 cruces diseminados por el bosque. Estos testimonios espirituales forman parte de un segundo itinerario más largo, el Sentier des Oratoires, un bucle de 18 km dedicado a los amantes del patrimonio religioso y los paseos por el bosque.

El bucle del Sentier du Val termina donde empezó. Pero si quiere prolongar un poco más la magia, continúe hasta el Domaine National de Saint-Germain-en-Laye. Desde la gran terraza diseñada por Le Nôtre, disfrute de una espectacular panorámica del valle del Sena y, a lo lejos, del perfil de París. Es la manera perfecta de poner el broche final a un viaje que combina naturaleza e historia.

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©Oti Sgbs Jda7345
La gran idea de Emilie

¿Busca una escapada cerca de París? Descubra la Maison du Val, un remanso de paz en plena naturaleza. Es el lugar perfecto para recargar las pilas lejos del ajetreo de la ciudad: respire, relájese y déjese hechizar por este lugar mágico. Mención especial merece su biblioteca, ¡digna del universo Harry Potter!

Auguste Renoir