Varios senderos temáticos, los senderos impresionistas le invitan a seguir las huellas de los pintores y admirar los paisajes de hoy a la luz de los colores del pasado. Verá que en estos bucólicos senderos, la mayoría cerrados al tráfico, nada parece haber cambiado. Las mismas luces se reflejan en las olas, los sauces siguen ofreciendo su beneficiosa sombra y los pequeños pontones siguen ahí.

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La isla de los impresionistas en Chatou
En Chatou, se puede admirar una reproducción del famoso «Déjeuner des canotiers» de Pierre-Auguste Renoir. Si se asoma al balcón del restaurante Fournaise y se fija en los detalles de su fachada, es fácil imaginar el ambiente que debía reinar aquí a finales del siglo XIX, cuando parisinos, hombres de letras y artistas venían a disfrutar de la mesa y luego alquilaban una barca para entregarse a los placeres del piragüismo. Hoy en día, la tranquilidad y la luz son tan agradables que dan ganas de quedarse y capturar el momento. (IDEA: dispensador de pinceles y hojas)

Los baños de la Grenouillère en Croissy-sur-Seine
Nuestros pasos nos conducen luego hacia otras reproducciones y los paisajes se adornan con toques de pintura verde, azul y ocre. Seguimos hacia Croissy-sur-Seine, donde las reproducciones evocan la serie de cuadros de Monet y Renoir que representan los baños de la Grenouillère. Aquí, los paisajes son el único recuerdo del bullicio que marcaba la zona a finales del siglo XIX, pero si sube los pocos escalones que conducen al parque se dará cuenta de que ahora reina un ambiente alegre en estos espacios dedicados a las familias.
Croissy-sur-Seine.

La gran idea de Emilie
Las rutas del Camino Impresionista tienen entre 1 y 3 km de longitud, por lo que son fácilmente accesibles para las familias. ¡Recomendamos complementarlas con una visita cultural o una escapada gastronómica!