
¿Por qué la forja?
He explorado distintos materiales: madera, tela, cerámica… Pero el metal era un campo que desconocía y que me intrigaba. Empecé con la decoración de jardines y tuve una auténtica revelación: ¡el metal ofrece infinitas posibilidades!
¿Qué es lo que más le fascina?
La dualidad entre creación y fabricación me fascina. Me encanta concebir una idea y luego realizarla con mis manos. Ver cómo un proyecto toma forma y existe en el mundo real es inmensamente satisfactorio, y eso es lo que me motiva para seguir adelante.
¿Dónde encuentra su inspiración?
El entorno desempeña un papel esencial. Carrières-sur-Seine es un lugar inspirador por su belleza y su modo de vida apacible, lo que explica por qué tantos artistas vienen aquí. También me inspiran las exposiciones, los carteles antiguos, el tiempo… ¡La inspiración viene de todas partes!
¿Qué tiene de especial su obra?
Mi trabajo se basa en el 2D: mis siluetas tienen que ser inmediatamente comprensibles. Es un lenguaje visual directo. A diferencia de la forja más industrial, trabajo con herramientas sencillas y accesibles a cualquier bricolador: sierras, cuchillos, limas… Es un oficio auténtico.
¿Cómo perpetuar un oficio e innovar al mismo tiempo?
Los rótulos antiguos se remontan a la Edad Media, cuando permitían a los analfabetos reconocer los comercios. Hoy en día, las técnicas han evolucionado, pero el encanto permanece. Mi papel consiste en captar la esencia de este saber hacer y reinterpretarlo con un toque contemporáneo.
¿Una anécdota memorable?
Uno de mis primeros rótulos, instalado en el Passage Choiseul de París, representa un reloj de bellas proporciones. El tendero me dijo que los turistas japoneses lo fotografían todo el tiempo… ¡Es muy gratificante ver que tu trabajo genera tanta expectación!
¿Cómo encaja tu trabajo en la zona?
La zona es un verdadero vivero artístico. Muchos artistas viven aquí y son conscientes del privilegio que representa este entorno excepcional. En Carrières-sur-Seine, hemos puesto en marcha un itinerario llamado «Au fil de l’art», que permite al público descubrir nuestros talleres y nuestros métodos de trabajo, así como el encanto del casco antiguo.
Un lugar o una experiencia en la región que no se puede perder?
Le recomiendo encarecidamente un paseo por el camino de sirga entre Carrières y Chatou. Es un lugar mágico, bordeado de barcazas, poblado de cormoranes y cisnes, que ofrece inolvidables puestas de sol sobre el Sena.