Las orillas de Port-MarlyLas orillas de Port-Marly
©Las orillas de Port-Marly|KROL

A lo largo del Sena Le Pecq, Le Port-Marly

Le Pecq, con su pintoresco casco antiguo y sus impresionantes vistas sobre París, se extiende a lo largo de ambas orillas del Sena. Le Port-Marly, por su parte, posee un ambiente tranquilo y unas riberas que han inspirado a numerosos artistas. Ambas, unidas por el Sena, mezclan tradición y modernidad e invitan al visitante a pasear, descubrir su patrimonio y apreciar su excepcional entorno natural.

Por su parte, Le Port-Marly ofrece un ambiente tranquilo y unas riberas que han inspirado a numerosos artistas.

Le Port-Marly Un puente entre las islas

En Port-Marly, disfrutará del paseo por el Sena entre el Club de Remo y la pasarela. Por el camino, encontrará varias reproducciones de cuadros de la Ruta del Impresionismo. Tómese su tiempo para observarlas, ya que varios de los lienzos pintados aquí se inspiraron en las crecidas del Sena entre 1872 y 1876. Musa de artistas, el Sena también ha sido un lugar de ocio, con el piragüismo y, hoy en día, actividades como el remo y el paddle.

¡No dude en cruzar el Sena y dirigirse después a la isla de la Loge para disfrutar de un descanso! La isla, accesible desde 2017 a través de una pasarela, es una zona de ocio y relajación, con instalaciones deportivas y un parque infantil. Por último, pero no por ello menos importante, el Château de Monte-Cristo, construido por Alexandre Dumas, es la atracción turística imprescindible de Port-Marly.

# 2 Grandes historias El Sena a través de la historia

El Sena ha sido una vía de transporte clave para los pueblos de los alrededores de París, facilitando el comercio desde la Antigüedad. En la Edad Media y más allá, las orillas del río se desarrollaron gracias a la actividad fluvial, en particular el transporte de mercancías como arena, piedra y vino. Muchos de los pueblos de Saint Germain Boucles de Seine prosperaron gracias a su comercio con París.
Los muelles, que al principio eran simples lugares de comercio, vieron nacer industrias locales. Esclusas y puentes reforzaron la red fluvial. Aunque el ferrocarril ha suplantado poco a poco al transporte fluvial, el legado de esta actividad sigue siendo visible en los pueblos de este bonito bucle del Sena.

Le Pecq Isla de los Pájaros

En 1837, la llegada del primer tren de pasajeros entre París y Saint-Germain-en-Laye marcó un punto de inflexión para la ciudad de Le Pecq, con la construcción de puentes y un viaducto que transformaron su paisaje urbano. Aunque la estación de Le Pecq fue demolida en 1896, la influencia de estas primeras innovaciones aún puede apreciarse hoy en día. Para descubrir la ciudad, le recomendamos pasar por el barrio de Saint-Wandrille, situado en las alturas, aproveche para visitar el cementerio, algunos de cuyos edificios merecen una visita.

Más abajo, el puerto de Le Pecq bulle de actividad, acogiendo barcos de pasajeros y barcos hoteleros en ruta hacia Normandía. Cuando hace buen tiempo, los cruceros propuestos por la Oficina de Turismo parten de esta escala fluvial para recorrer las islas.

Los aficionados a la vela no se quedarán atrás gracias al club náutico, que ofrece cursos y talleres de vela durante todo el año. Podrá navegar por el Sena y descubrir sus orillas de una forma única.

Siga el camino de sirga hasta el parc Corbière, una zona de descanso muy apreciada por las familias, con su parque infantil y su minigranja.